Los gastos variables son los que están relacionados
directamente con el volumen de producción de tal forma que, a medida que
aumentan las unidades producidas, también aumentan los gastos. Se trata de:
- Compras de materias primas, de productos semiterminados o de productos terminados, es decir, del producto que vas a vender o de los materiales para poder fabricarlo. Si por ejemplo te dedicas a vender los vestidos que haces, aquí se incluirán las telas que compres, las cremalleras, los botones y todo lo que necesites para confeccionarlos; si lo que vendes son vestidos que compras ya hechos, aquí debes incluir los costes de los vestidos terminados. Aquí también se incluyen las compras de otros productos necesarios para poder hacer las ventas como son por ejemplo las cajas, bolsas y/o envoltorios del packaging.
- Servicios subcontratados: tareas relacionados con la fabricación del producto que has decidido externalizar. Volviendo al ejemplo de los vestidos aquí incluirías por ejemplo lo que te cobra la patronista por hacer los patrones de esos vestidos tan chulos que diseñas
- Gastos de transporte de las materias primas, los productos semiterminados ó los productos terminados que compras para poder hacer ó vender tu producto (los vestidos). También se incluyen los gastos de transporte para enviar el producto al cliente.
- Comisiones por uso de datáfono en caso de tarjetas de crédito, de PayPal para ventas por internet, de la plataforma de tu tienda online, etc
- Descuentos sobre ventas: si haces descuentos por volumen (rappels) ó por pronto pago, debes considerar la cantidad descontada como un gasto más.
Los gastos fijos son los que vas a tener por el mero hecho
de que tu negocio esté en marcha. Es algo así como el consumo mínimo de tu
contrato de móvil, que aparece invariablemente en tu factura, aunque ni
descuelgues el teléfono. El hecho de que estos gastos se denominen fijos no
quiere decir que los vayas a tener que afrontar todos los meses, sino que este
concepto simplemente se refiere a que no dependen del volumen de
producción/ventas. Algunos de estos gastos sí que serán recurrentes como por
ejemplo los gastos de alquiler ó de Seguridad Social, pero habrá otros gastos
fijos que tendrán carácter puntual como por ejemplo los de reparaciones y
conservación.
Sea cual sea tu actividad, los gastos fijos de tu negocio se
van a poder englobar en una de las siguientes categorías:
- Alquileres y cánones: o lo que es lo mismo, el recibo de alquiler. Por alguna especie de misterio paranormal te vas a encontrar con que algunos recibos de alquiler tienen retención de IRPF (locales) mientras que otros no la tienen (maquinaria, vehículos, …). Más adelante hablaremos del tema de las retenciones, pero de momento lo único que te interesa saber es que del recibo de alquiler sólo debes considerar como gasto la base imponible. Las retenciones van por libre.
- Reparaciones y conservación: se trata de gastos de pequeño importe relacionados con el mantenimiento y la conservación tanto de locales como de cualquier bien de inversión utilizado en la actividad. Me refiero a cosas como la reparación del ordenador, la ITV de la camioneta de reparto, la mano de pintura que le diste a la tienda este verano y cosas por el estilo. Si se trata de gastos elevados, como por ejemplo una obra de reforma, eso ya deberíamos considerarlo como una INVERSIÓN y no como un gasto. Ya hablaremos de las inversiones largo y tendido, no te preocupes.
- Servicios profesionales: aquí se incluyen los gastos de asesoría, abogados, arquitectos, economistas y profesionales en general
- Seguros: primas de seguros relacionados con la actividad (el seguro del local, el de la furgoneta de reparto, el de responsabilidad civil, etc)
- Servicios bancarios: aquí se incluyen comisiones, gastos bancarios e intereses de deudas. En caso de que tengas algún préstamo, debes tener en cuenta que en cada cuota mensual hay dos partes diferenciadas: el capital (dinero que devuelves al banco) y los intereses (lo que te cobra el banco por prestarte el dinero). Los intereses que pagas son gasto deducible pero la parte correspondiente al capital en realidad no es un gasto sino tan sólo un pago. Si no lo ves claro piensa tan sólo que cuando el banco te concedió el préstamo, tú no declaraste ese dinero como ingreso de la actividad, así que a medida que vayas devolviéndolo tampoco te lo puedes deducir como gasto puesto que no lo es.
- Publicidad: gastos en publicidad, relaciones públicas, merchandising y todas esas cosas que vas haciendo para dar a conocer tu producto o servicio
- Suministros: gastos de agua, luz, internet, teléfono, gasóleo, …
- Tasas e impuestos: IBI, tasas del ayuntamiento, …
- Sueldos y salarios: desde el punto de vista fiscal, en esta partida se recogen sólo los salarios de los empleados. Lo más probable es que te hayas asignado un sueldo mensual a tí mismo, lo cual está muy bien para hacer tus propios cálculos internos y ya de paso para que puedas pagar la hipoteca, comer y todos esos pequeños detalles, pero siento decirte que los señores de Hacienda no te van a permitir deducírtelo en el IRPF.
- Seguridad social: aquí se recogen tanto la seguridad social de los empleados (si los tienes) como tu cuota de autónomos mensual (esta sí te deja deducírtela, sólo faltaba)
- Amortizaciones: parte proporcional de las inversiones que se llevan a gastos cada año. Si el término te suena a ciencia ficción, no sufras porque más adelante hablaremos de ello largo y tendido. Tiempo al tiempo.
- Otros gastos: cajón de sastre donde puedes meter otros gastos como por ejemplo los de limpieza, papelería, correos, …
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